El Championship Course es una combinación de esas configuraciones y los cuatro paisajes –desde las áreas de salida mirando al mar a los greens con vistas al bosque nacional de El Yunque y rodeados de lagunas.
El Grand Reserve Golf Club de Puerto Rico abrió sus puertas en 2006, aproximadamente un siglo después de la inauguración del primer campo de golf de la isla, en el Castillo San Felipe del Morro del Viejo San Juan. Desde entonces, ha sido la sede de 14 eventos del PGA Tour, el U.S. Women's Amateur Four-Ball Championship – el primer torneo de la USGA fuera de Estados Unidos — y, este mes de enero, el Latin America Amateur Championship (LAAC) de 2023.
Grand Reserve Golf Club fue el primer proyecto fuera del continente norteamericano del renombrado arquitecto Tom Kite, cuyo diseño incluye cuatro configuraciones diferentes de nueve hoyos con el mar, el manglar, los lagos y las montañas que adornan esta propiedad en la costa nororiental de Puerto Rico.
El Championship Course es una combinación de esas configuraciones y los cuatro paisajes, desde las áreas de salida mirando al mar a los greens con vistas al bosque nacional de El Yunque y rodeados de lagunas.
“La mayor defensa de este campo es el viento que surca las montañas y el mar”, explicó el superintendente de la propiedad, Jason Matos, con más de dos décadas de experiencia en Grand Reserve y que también colaboró en el mantenimiento del campo de golf de los Juegos Olímpicos de Tokio en 2020.
Desde la creación del Puerto Rico Open en 2008, el trabajo de Matos y de su equipo de unas 40 personas ha sido reconocido por la calidad de los fairways y los búnkers de Grand Reserve durante la parada anual del PGA Tour en la isla, que ha hecho despegar las carreras de varios golfistas.
El tricampeón de Majors Jordan Spieth, ganador del Masters Tournament de 2015, el U.S. Open de 2015 y The 146th Open de 2017, terminó empatado en el segundo puesto en el Puerto Rico Open de 2013. Tony Finau (2016) y Viktor Hovland (2020), ambos actualmente entre los 15 primeros del ránking mundial, ganaron sus primeros títulos del PGA Tour en Grand Reserve Golf Club.
La sede del octavo LAAC también ha sido un escenario favorable para los mejores golfistas de Latinoamérica. El venezolano Jhonattan Vegas tiene el récord del resultado más bajo en 18 hoyos (62) desde su última ronda en 2020, cuando terminó segundo. El argentino Andrés Romero logró el resultado más bajo de la historia del torneo en 36 hoyos (130) en 2013, el mismo año que su compatriota, Fabián Gómez, terminó segundo empatado con Spieth.
Dos años después, otro argentino, Emiliano Grillo, perdió en un playoff de cinco jugadores contra Alex Cejka en Grand Reserve. Poco después, Grillo ganó su primer título del PGA Tour en el Fortinet Championship de esa misma temporada.
“Me siento más cómodo que la mayoría con el campo porque he tenido la oportunidad de jugar el Puerto Rico Open cuatro veces”, dijo Erick Morales, el único aficionado puertorriqueño que ha pasado el corte en el Puerto Rico Open. Morales ha competido en todas las ediciones del LAAC desde su creación en 2015.
El aficionado boricua de 39 años coincide con Matos en la importancia de manejar el viento en Grand Reserve, especialmente en la parte intermedia de los primeros nueve y la última parte de los segundos nueve, cuyo orden se ha invertido para el LAAC e incluye los hoyos más expuestos a las rachas de viento y las condiciones climáticas.
En el LAAC de 2023, los hoyos 3, 4 y 5 forman uno de los tríos más complicados del campo, especialmente el 5, en el que los jugadores deben prepararse para usar una madera en el segundo golpe y celebrar si logran un par. El golpe de salida en el par 5 del hoyo 6 también es de cara al viento hacia un fairway flanqueado por búnkers y áreas sin césped.
La potente brisa caribeña suele acompañar a los jugadores durante los últimos hoyos, con dos pares 3 (15 y 17) y dos pares 4 (16 y 18) que desembocan en algunos de los complejos de greens más traicioneros y ondulados del campo.
Durante la última ronda del LAAC, estos últimos cuatro greens pondrán a prueba la concentración de los líderes, que pasarán de las vistas sobrecogedoras de El Yunque en el hoyo 15 a la visión intimidante de los fans, compañeros y familiares agrupados junto a la casa club en el hoyo 18, esperando la coronación del próximo campeón del Latin America Amateur Championship.